Resulta que un operador del Metro -y que para acabarla de amolar, de cierta línea que tiene una estación a dos cuadras de mi casa, ¿tienen una maldita idea de la bendición que es tener una estación del metro a menos de 5 minutos de marcha en esta puta ciudad?, es pregunta, eh (c)-, les decía, cierto operador de cierta línea del metro de la Ciudad de México pues estaba un domingo por la noche platicando con ñeris en su cabina de conductor y uno saco unas helodias. Se pusieron a chupar leve, tranquilo todo, el ñeris se bajó, sacó su celuloso y le a habló a la señora para avisarle que ya mero llegaba; el operador del convoy siguió con su chamba y al llegar a una de esas estaciones que tienen el andén en el otro lado -yo digo que seguramente eso paso en la estación Aculco- , abrió las puertas por el lado equivocado, dejando a los pasajeros que querían bajar en esa estación con las ganas, pero éstos decidieron no permitir que esto se quedara así y jalaron las palancas de emergencia. El servido operador se tuvo que salir de su cabina a destrabar las palancas y fue de ese modo en que la masa se dio color de que por conductor les mandaron... a un EBRIO.
El pasaje se comunicó con las autoridades, éstas llegaron vieron cómo estaba el perk y pasaron a remover al pendejo de la escena, quien fue trasladado
El asunto es que pronto conoceremos alguna situación igual de ridícula en nuestra divertida nación.
Bleh.
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