Resultó que a los árbitros se les ocurrió invitar a la prensa internacional a su concentración mundialista para que tuvieran la oportunidad de ser jueces de línea, o abanderados, por un día. Asegurando que, además de recuperar un poquito del respeto perdido, lloviera una buena cantidad de lulz.
La cosa fue así:
30 de junio de 2010, 11:35 AM
PRETORIA (AFP) - Los árbitros del Mundial de Sudáfrica-2010 pudieron tomarse el martes la venganza, un plato que se sirve frío, de los periodistas que los critican, al reírse y gastar bromas con ellos cuando se equivocaban una y otra vez puestos a trabajar de jueces de línea.
"¡Ajá! ¿Se equivocan, no? ¿Ahora vieron como es?", se burló con simpatía, en tono amistoso pero irónico, el árbitro brasileño Carlos Simon, después de un entrenamiento libre a la prensa de los árbitros de la FIFA en la Copa del Mundo.
Todos reían y disfrutaban de las bromas cuando en los verdes campos de fútbol del Ondendaal High School de las afueras de Pretoria, decenas de cronistas, claro que los más jóvenes, corrían por la raya de cal, con los banderines en las manos, para asistir al árbitro en jugadas típicas de fuera de juego.
La maniobra era repetida con intensidad agotadora, con jugadores de la liga local que obraban como si fueran actores de teatro que interpretaban su rol de defensores que salen del fondo para provocar el fuera de juego y otros que entran al ataque, pero en movimiento muy rápido, demasiado para los reporteros.
Casi un millar de periodistas gozaba con la diversión, pero a la vez alguno habrá reflexionado sobre la amenaza que pende sobre un colegiado de equivocarse y tal vez estaría en su mente el juez de línea de Argentina-México que le negaba al italiano Roberto Rosetti que un gol de Carlos Tevez fue en 'offside'.
"¡Ustedes son humanos también!, les gritaban algunos. De pronto, todos se juntaban frente a unas pantallas de vídeo que reproducían la jugada que se acababa de ensayar y se veía claramente el error. "¡Jo, jo, jo"!, se reían con socarronas carcajadas los colaboradores del entrenamiento, todos ellos empleados de la FIFA.
Sin embargo, algunos periodistas acertaron el fallo y recibieron estruendosas felicitaciones. "¡Very good!", les decían. "Un 30% de indicaciones correctas en la estadística de fuera de fuego, muy bueno", leyó uno de los asistentes con su ordenador.
Mientras veía las acciones, un instructor de árbitros hondureño, Helvin Silva, comentaba a la AFP que en los partidos "se equivocan los periodistas, los árbitros y hasta los médicos, porque los otros días veía a un jugador de Uruguay sangrar en medio del partido después de ser atendido".
Poner en un plano humano el arbitraje era uno de los objetivos de abrir la práctica a la prensa, aunque la ansiedad de los periodistas por conocer opiniones sobre los últimos polémicos arbitrajes tropezó con el silencio al cual están sometidos los colegiados.
El 'no comment' o el 'silenzio stampa' estaban a la orden del día, cuando la prensa se desesperaba por arrancarle a algún árbitro aunque sea un acto fallido sobre lo que le pasó al uruguayo Jorge Larrionda, quien no vio dentro del arco el gol del inglés Frank Lampard, que hubiese sido el empate en dos contra Alemania (4-1).
Tampoco se escapó de los labios de nadie un comentario sobre lo que le sucedió a Rosetti, quien no logró que su asistente de banda le confirmara la sospecha de que Tevez estaba en posición adelantada cuando marcó el primer gol de cabeza ante México para Argentina (3-1).
De cualquier manera la porra los saluda (BZZZZ BZZZ BZZZ BZZZZZZ)